A menudo, los emprendedores, gerentes o propietarios de pequeñas empresas creen que deben elegir entre mejorar el rendimiento de su empresa o mejorar su calidad de vida.
Sin embargo, esa conclusión no se sostiene. De ser verdad, nadie querría mejorar los resultados de su negocio ya que eso, automáticamente, disminuiría su calidad de vida.
Algo absurdo.
Lo que buscamos es precisamente lo contrario, mejorar el rendimiento de nuestros proyectos para así mejorar nuestra calidad de vida.
Esto sí parece tener sentido.
1. Las personas que llegan a todo
El día tiene las mismas 24 horas para todos. Sin embargo, estas 24 horas no le cunden igual a todo el mundo.
Todos conocemos personas que parecen llegar a todo. Y entonces tratamos de encontrar una explicación lógica que nos sirva como excusa para justificar nuestra falta de resultados:
- Es que esa persona no tiene hijos.
- Es que esa persona no tiene pareja.
- Sus padres le apoyan económicamente.
- Es más inteligente.
- Tiene mucho tiempo libre.
- Su trabajo no es tan demandante como el mío.
- Etc, etc, etc.
Lo que sea con tal de justificarnos a nosotros mismos y a nuestra falta de tiempo.
No obstante, siempre llega el día en que aparece una persona que no las tiene todas consigo, y aun así, parece que nada se le resiste.
Y entonces piensas… “Yo de mayor quiero ser así”.
1.1. Personas de acción
Existen muchos y muy variados perfiles de estas personas que llegan a todo, aunque por lo general, hay algo que comparten todas ellas: son personas de acción.
Mientras otros están pensando:
- Qué pensarán los demás.
- Y si no sale bien.
- No sé cómo hacerlo.
- No tengo los recursos necesarios.
- …
Mientras tanto, estas personas ya han pasado a la acción. Ya están haciendo que las cosas sucedan.
2. Mejora tu rendimiento
No nos engañemos, para que un proyecto salga adelante y se mantenga en el tiempo necesita de mucho mimo por parte de la persona que lo lidera.
Sin embargo, ese mimo no debe traducirse en una ingente cantidad de horas desaprovechadas en actividades de escaso o nulo valor.
Ahí es donde la mayoría de pequeños empresarios entran en un círculo vicioso del que saben cómo salir. Ellos sostienen la empresa, pero si faltan unos días, todo parece irse al traste.
2.1. Haz el trabajo que importa
Tu rendimiento mejora, no cuando metes más horas, sino cuando dedicas más tiempo al trabajo importante, ese que solo puedes hacer tú como líder.
- Si nadie planifica las jornadas.
- Si nadie supervisa los frentes abiertos.
- Si nadie defiende los presupuestos ante los potenciales clientes.
- Si nadie negocia las compras.
- Si nadie se preocupa de atraer nuevos clientes.
Y en definitiva, si nadie lidera, puedes matarte a meter horas de mano de obra directa, que lo que facturas se te escurrirá como arena entre los dedos.
Optimiza tus recursos: equipo, dinero, saber hacer, contactos, y sobre todo, tu tiempo.
Céntrate en el trabajo importante.
Aprende a identificarlo, y tan solo este hecho, marcará la diferencia en los resultados de tus proyectos a medio, e incluso a corto plazo.
Este es, precisamente, uno de los puntos clave de Explota tu Potencial.
3. Mejora tu calidad de vida
Todo el mundo dice querer tener mayor calidad de vida, la cual relacionan a menudo con el tiempo.
Sin embargo, cuando les preguntas qué harían con ese tiempo, su respuesta suele ser…
- Pfffff… haría muchas cosas.
Algo que es lo mismo que decir, no tengo ni idea de qué haría con ese tiempo.
La calidad de vida no se mide en tiempo libre. Existen muchas personas con mucho tiempo libre que están deprimidas y/o insatisfechas con su estilo de vida.
No es el tiempo, es lo que haces con el tiempo.
Por eso en potencial disruptivo no hablamos de calidad de vida, sino de estilo de vida.
Llena tu día a día de actividades, profesionales y personales, que te llenen. Pero para ello necesitas conocerte, de lo contrario llenarás, o te llenarán otras personas, ese tiempo con actividades que no te aportan ningún valor, o peor aún, actividades que te desagradan.
De manera que para conseguir un estilo de vida que te haga sentir pleno necesitas dos cosas:
- Identificar muy bien todo aquello que te llena: actividades, proyectos, personas, etc.
- Centrarte en el trabajo importante y liderar tu negocio desde la estrategia, sin dejarte arrastrar por el día a día.
Puedes volver a leer de nuevo el post si lo necesitas para comprobar que no he escrito la palabra fácil por ningún lado. Al fin y al cabo, si fuese fácil, ya estaría hecho.