No es momento para la mediocridad. Ningún momento lo ha sido, pero ahora menos que nunca.
Cada vez toleramos menos la falta de profesionalidad. Nos gusta el trabajo bien hecho, tanto a nivel personal, como profesional.
El sitio para las chapuzas es cada vez menor y apuesto a que tú no quieres jugar en esa liga.
Así que toca ponerse el traje de la profesionalidad, y no, esto no va de zapatos, bolsos, ni corbatas. Esto va de ser un buen profesional de verdad. De los que resuelven problemas, aportan valor y mejoran el mundo. De los que tienen clientes recurrentes, de aquellos a los que la gente llama cuando quieren un trabajo bien hecho y acaban con la sensación de haber sido tratados con respeto, cariño y profesionalidad.
De eso va este post, de convertirte en el profesional que tus clientes se merecen.
Porque no te equivoques, convertirte en un gran profesional, es lo único que te hará tener éxito con tu negocio a largo plazo.
1. Conocimientos técnicos necesarios para tener éxito con tu negocio
Primera parada, ser abrumadoramente bueno en lo tuyo.
Podrán decir de ti muchas cosas, pero nunca que eres un chapuzas sin mentir al decirlo.
Da igual cual sea tu profesión: diseñador web, ingeniero, mecánico, vendedor, agente inmobiliario, psicólogo, odontólogo, arquitecto, publicista… No importa el qué, pero el mejor.
Y quizás estés pensando que hay gente en tu sector a la que admiras mucho y puede que incluso pienses que son mejores profesionales que tú. Y yo te digo, sé el mejor para tus clientes. Tus clientes no están trabajando con esa persona, están trabajando contigo por algo, así que se él mejor colaborador que pueden tener.
No puedes ser un buen profesional si no dominas tu campo, así que busca siempre ampliar tu experiencia y formarte, tanto de forma directa como indirecta, para convertirte, poco a poco, en un profesional único con una forma de trabajar que aporte valor diferencial a sus clientes.
Al final, lo que todos queremos es que nos aporten soluciones a nuestros problemas o deseos, y eso normalmente, requiere de conocimientos técnicos, da igual que sean legales, en psicología, informáticos o de fontanería.
Esta debe ser la base sobre la que se asiente el éxito de tu negocio, de lo contrario será un éxito efímero.
2. Marketing y ventas para alcanzar el éxito con tus proyectos
El punto anterior es imprescindible para tener éxito con tu negocio. El problema es que muchos se quedan ahí, algo que es extremadamente peligroso.
Desde el momento en que decides lanzar tu propio proyecto pasas a tener un doble rol. Puedes ser: ingeniero-vendedor, mecánico-vendedor, perito-vendedor, psicólogo-vendedor…
¿Te das cuenta?
Necesitas vender para sostener tu proyecto, poder vivir de él, hacerlo crecer e incluso permitir que otras personas también puedan vivir de él.
Una vez que abres tu negocio, eres empresario, y sino te gusta esta palabra, di que eres propietario, y si esta palabra tampoco te encaja, di que eres freelancer, al final todo se traduce a lo mismo, debes buscarte la vida.
Existen ciertas preguntas básicas que debes saber responder como:
- ¿A quién van dirigidos tus productos/servicios? (Espero que tu respuesta no sea a todo el mundo)
- ¿Cómo van a llegar los clientes a tu negocio?
- ¿Cómo van a conocer los potenciales clientes tu marca?
- ¿Cuentas con productos o servicios que sean recurrentes?
- ¿Qué es aquello que te diferencia del resto?
- ¿Qué es aquello que más valoran tus clientes?
Todo esto que a simple vista parece teoría sin importancia es lo que a menudo marca la diferencia entre los negocios que funcionan y los que no.
Ten clara una cosa, no importa lo bueno que sea tu producto o servicio, si la gente no lo compra, nunca lo sabrá, así que sobre todo al inicio, prioriza la venta sobre otras cuestiones que pueden y deben esperar.
Nunca tendrás éxito con tu empresa sino aprendes a vender ya que los ingresos de tu negocio serán menores, y por lo tanto, tus recursos para mejorar la calidad de lo que ofreces también.
3. La planificación estratégica como clave para tener éxito en los negocios

Trabajar por tu cuenta requiere de mucho más que mano de obra. Y cuanto más grande se haga tu negocio más debes alejarte de ese rol técnico que vimos en el punto uno. Esto no quiere decir que dejes de lado los conocimientos técnicos, pero sí que tu tiempo va a ir, poco a poco, dedicándose a tareas más propias de gerencia. Por muy rimbombante que te suene.
Como líder al frente de un negocio necesitas conocer ciertos aspectos básicos del funcionamiento de una empresa y también sobre cómo formar una estrategia que te permita llevar tu negocio al siguiente nivel.
Y aquí no me refiero necesariamente a un mega plan estratégico a cinco años vista. Me refiero a una estrategia accionable que te permita, a ti y tu equipo, poner el foco del día a día en el trabajo importante.
Mi recomendación es que diseñes una estrategia anual con objetivos trimestrales que te permita mantener el foco en el largo plazo a la vez que te pones las pilas en el corto.
4. La productividad como clave para llevar tu empresa al éxito
Existen buenos profesionales en su campo, buenos vendedores, e incluso buenos planificadores que ven mermados sus resultados por falta de productividad.
Dejarse comer por el día a día es una de las principales causas que hacen que cualquier persona rinda muy por debajo de su potencial. Cuando además, esta persona tiene un equipo a su cargo, esa falta de productividad se extiende como el coronavirus por toda la empresa lo que provoca estragos todavía más grandes.
Conocer las actividades esenciales de cada persona y combatir los ladrones de tiempo más recurrentes es una buena forma de mejorar la productividad de forma inmediata.
Debes fortalecer tu autodisciplina para conseguir crear crear inercias positivas y combatir los círculos viciosos cuando se den.
5. Profundiza en tu autoconocimiento y mejora personal
Hemos hablado de las áreas más importantes que debe cuidar cualquier buen profesional que desee tener éxito con su negocio.
Sin embargo, el conocimiento último, siempre será conocerse a uno mismo. Para desde ahí, y teniendo en cuenta que el autoconocimiento es un proceso que nunca cesa, mejorar de forma constante y rendir muy por encima de la media.
En Potencial Disruptivo el camino hacia el autoconocimiento y la mejora del rendimiento pasa por potenciar los cuatro cuadrantes del potencial humano.
5.1. Cuadrante Físico: para estar a tope de energía
El cuadrante físico es clave para nuestro rendimiento, sin embargo, parece que solo somos conscientes de ello cuando algo no va bien. Cuando te duele la espalda, tienes fiebre o te rompes una pierna.
Es obvio que cuando nos ocurre cualquiera de estas cosas no rendimos de forma óptima, sin embargo, en el día a día tampoco lo hacemos.
No le damos a nuestro cuerpo la gasolina (alimentos) que mejor le sientan y más necesita, tampoco nos movemos lo suficiente, ni descansamos de forma óptima.
Mejorar en estos tres puntos te permitirá tener más energía que poder invertir en ser un mejor profesional y mejor persona.
5.2. Cuadrante Emocional: para dejar de ir con el freno de mano echado
Al igual que ocurre con los dolores físicos, los dolores emocionales nos hacen rendir muy por debajo de nuestro potencial.
Por suerte, cada vez hay más personas que se están dando cuenta de esto, están mejorando su gestión emocional y obteniendo mejores resultados profesionales y personales.
5.3. Cuadrante Intelectual: para más y mejores ideas
De forma muy resumida podemos decir que el cuadrante intelectual tiene dos funciones principales, la creatividad y la toma de decisiones.
Estas dos funciones están estrechamente ligadas ya que a mayor creatividad, mejores decisiones. Y a su vez la creatividad necesita de la toma de decisiones para poder llevar a buen puerto aquellas ideas que merezcan la pena.
Si no desarrollamos estas dos habilidades, a menudo nos encontraremos atascados en medio de una decisión que somos incapaces de tomar, o con muchas ideas sin ser capaces de centrarnos en nada.
5.4. Cuadrante Espiritual: para que todo tenga sentido
Otra parte esencial del ser humano, que cada vez se tiene más en cuenta es el cuadrante espiritual.
Vivir desde tu esencia y teniendo en cuenta tus valores te permitirá dotar de sentido a todo lo que haces. Evitando así la sensación de vacío existencial o sinsentido vital que acompaña a muchos profesionales que actúan de espalda a sus valores.
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A simple vista puede parecer abrumador todos los puntos a tocar para convertirte en un buen profesional y tener éxito con tu negocio. Sin embargo, con trabajo constante y ganas de mejorar obtendrás grandes resultados. Puedes echar un vistazo a Explota tu Potencial, el programa con el que ayudo a profesionales y pequeños empresarios a mejorar los puntos anteriores.