No tengo tiempo es la frase que está en boca de la mayoría.
Parece que cuando alguien dice que no tiene tiempo ya está justificado.
Sin embargo, el no tengo tiempo es un sinsentido. Todos tenemos las mismas 24 horas.
Entonces… ¿Qué ocurre aquí?
Ocurre, que cada uno tenemos nuestras propias prioridades.
1. Todo el mundo está ocupado
Conozco a muchas personas que dicen no tener tiempo para hacer tal o cual cosa, y sin embargo, se han visto todas las series de Netflix y HBO.
¿Cuántas horas lleva eso?
Pero no creas que digo esto para incomodar a nadie.
No está mal ver series (con moderación).
Tan solo que no es una cuestión de tiempo, es una cuestión de prioridades.
Prefieres ver una serie, que leer un libro. Por eso hace meses que no lees ninguno.
Prefieres Youtube a ordenar el armario, por eso tienes el armario hecho un desastre.
Y así con todo.
Entonces…
¿Qué es lo que no encaja aquí?
2. Tengo otras prioridades
Partiendo de que tienes 24 horas por día, qué tal que la próxima vez que alguien te proponga hacer algo para lo que “no tienes tiempo” le digas… “Lo siento, tengo otras prioridades”.
¿Demasiado violento? ¿Demasiado honesto? ¿Queda mejor decir “no tengo tiempo”?
Lo cierto es que no sé qué queda mejor, lo que sí sé es que la verdadera razón está en las prioridades, y también, en saber gestionarse uno mismo y tener voluntad y buenos hábitos, pero esa es otra cuestión.
La familia, el trabajo, las aficiones, la pareja, los compromisos, las cuestiones personales… y también las series, películas, el descanso, la siesta y cualquier cuestión que decidas priorizar.
Si te parece violento decirlo tal cual y prefieres seguir respondiendo con un “no tengo tiempo”, hazlo.
Pero no te harás ningún favor si continúas enviándote a ti mismo el mensaje de que no tienes tiempo.
Porque sí lo tienes, tan solo debes aprender a priorizar.