Todos tenemos demasiadas tareas pendientes por hacer.
Arreglar esa pequeña fuga, ir al dentista, pedir presupuesto para el baño, comprar una camisa blanca, arreglar la cerradura, hacer una copia de la llave, lavar el coche, hablar con X persona sobre el tema Y, terminar ese escrito, devolver ese libro, pedir información sobre ese asunto, planificar las vacaciones, cortar el césped, quedar con esa persona, hacer limpieza del armario…
La lista parece no acabar nunca.
Y, precisamente, esto es lo que hace que a menudo pase la semana y no hayas avanzado en ninguna de ellas.
Te dispersas.
No pones foco.
En lugar de eso:
- Haz una lista, si es que no la tienes ya, con todas las tareas pendientes.
- Elige una que vas a dejar zanjada esta semana.
Solo una. Sí o sí.
Te mereces avanzar en ese asunto, o mejor aún, te mereces quitarte esa tarea de en medio.
Así, semana tras semana.
Cada lunes debes tener entre ceja y ceja eso que vas a dejar zanjado esta semana.
A veces, será un primer paso que llevas meses procrastinando, y otras veces será atajar una tarea que no te apetece hacer.
No importa.
Le ha llegado su turno.
TIP EXTRA:
Si existe algo que llevas demasiado tiempo dándole vueltas (nadie mejor que tú sabe lo que es “demasiado”) y nunca es el momento de hacerlo, simplemente, elimínalo de tu lista.
Olvídate de ello.
Si ni te motiva, ni lo necesitas, no merece estar ahí.
Entonces…
¿Qué vas a dejar acabado esta semana?: