Emprender requiere de grandes dosis de motivación e ilusión, algo que al inicio es sencillo de tener puesto que en tu mente caben todas las opciones, incluso las más optimistas. Incluso aquellas en las que consigues la vida de tus sueños sin apenas esfuerzo y en apenas unos meses.
Sin embargo, es altamente probable que la realidad tenga para ti unos planes que disten mucho de esa opción tan idílica y placentera.
Es entonces cuando…
- Las previsiones no se cumplen.
- Los resultados tardan en llegar.
- Los clientes no valoran tanto tu trabajo.
- Tienes problemas con tus colaboradores.
- Tu familia y amigos no terminan de apoyarte.
- …
En este momento una pregunta comienza a formarse en tu cabeza… ¿Merece la pena todo este esfuerzo?
De la respuesta a esta pregunta dependerá tu futuro como emprendedor.
1. ¿Qué es la motivación?: El papel de la motivación en el emprendimiento
La palabra motivación viene del latín y significa “causa del movimiento”. Lo que muchos explican como tener motivos para la acción (motiv-acción), y lo que también se defiende en el dicho de «Quien tiene un porqué poderoso, siempre encuentra un cómo.»
Necesitas un motivo lo suficientemente potente para mantener la ilusión cada día en lo que haces. Aunque haya sido un mal día y pese a que los resultados tarden en llegar.
Es por eso que la motivación y la autodisciplina deben trabajar de la mano. Ya que vas a necesitar hacer uso de la autodisciplina cuando la motivación decaiga, algo tremendamente difícil si no tienes un porqué lo suficientemente poderoso.
Este es uno de los motivos por los que necesitas tener objetivos, ya que te servirán de recordatorio en los momentos más difíciles.
Otro aspecto que marca la diferencia es entender que la falta de motivación es pasajera, como muestra el gráfico anterior.

Muchos, cuando ven que la motivación cae y tienen que «tirar de disciplina» piensan que va a ser siempre así, es decir, que la motivación se ha ido para siempre. Sin embargo, todo es cíclico y la motivación volverá siempre que la esperes. Pero tienes que esperar siguiendo el plan de acción haciendo uso de la autodisciplina. No confundas esperar haciendo, con «esperar sentado», esto último es abandonar.
Por último, integra que tu compromiso es con tu objetivo último, con el destino al que quieres llegar, pero tu vehículo, es decir, tu cómo, puede ir variando y evolucionando a lo largo del camino.
2. #5 trucos para mantener la motivación en tu proyecto cada día
A continuación, hago una recopilación con 5 trucos que ayudarán a cualquier emprendedor a mantener la motivación en su proyecto.
Sin embargo, mi consejo es que alimentes estos 5 trucos a diario, no esperes a que la motivación se esfume para ponerlos en práctica. Varios de ellos tienen la función de aumentar y alargar los periodos en que la motivación te acompaña.
2.1. Crea espacios para el autoconocimiento
A veces pienso que debería obviar este punto ya que es lo primero que debemos hacer en cualquier caso, sin excepción.
Conócete más cada día, eso te ayudará a descubrir tu propósito de forma más nítida y auténtica. Y si esto del propósito te abruma, piensa en cómo sería tu día ideal, sin extravagancias, solo autenticidad y esencia.
¿Cómo te gustaría vivir si tuvieses tus necesidades básicas cubiertas a nivel económico? La respuesta a esta pregunta dice mucho de ti. Respóndela.
2.2. Márcate objetivos a corto y largo plazo
Los objetivos, además de ser una herramienta útil para fijar una dirección y medir resultados, también son una gran fuente de motivación.
Fijarte un objetivo a largo plazo es algo motivador en sí mismo. Incluso cuando sabes que hay muchas posibilidades de que el objetivo vaya modificándose conforme pasa el tiempo. No importa.
Márcate objetivos para tu proyecto a 5 años, 3 años, 1 año y trimestrales.
Visualizarte con tus objetivos cumplidos y piensa en la persona en que te habrás convertido cuando lo consigas, eso te ayudará a mantener la motivación.
2.3. Innova, no te acomodes
Sentir que tu proyecto avanza y que creces con él mantiene alta la motivación.
Para eso es necesario que no te acomodes. Pregúntate cómo puedes mejorar lo que haces, su calidad, rapidez, eficiencia y belleza. Cómo hacerlo más fácil, más exclusivo, mejor.
Busca la innovación en cada área, actualiza los procesos, las plantillas, las propuestas de venta, los presupuestos…
Todos los proyectos y negocios pueden mejorar e innovar, no al nivel de la NASA, no se trata de eso, sino de hacerlo mejor y diferente.
Eso motiva.
2.4. Busca inspiración en quienes ya lo han logrado
Esta sea probablemente la técnica de motivación más utilizada y peor entendida.
A todos nos gusta ver casos de éxito. Personas exitosas que gozan de dinero, fama, sabiduría y reconocimiento. Sin embargo, a veces, no elegimos los referentes correctos y lejos de motivarnos conseguimos todo lo contrario.
Es importante que tengas como referentes a personas a las que admiras de forma sincera, no a personas a las que envidias.
Internet puede ser una fuente inagotable de inspiración si lo usas de la forma correcta. Y sobre todo, si no caes en el error de la inacción y la parálisis por análisis.
La inspiración siempre debe ir de la mano de la acción.
2.5. Observa y mide el camino recorrido
Medir el progreso por pequeño que sea nos ayuda a mantener la motivación ya que da sentido a nuestro esfuerzo. Aunque también puede ser un arma de doble filo ya que a veces los resultados visibles tardan en llegar.
Por eso, es importante tomar conciencia del crecimiento que experimentamos por el camino y anotar cada pequeño avance.
Elije unos 3 o 5 indicadores clave y haz un seguimiento semanal o mensual. Luego cada 3 meses mira para atrás, ajusta lo necesario y sigue hacia delante.