Quizás haya días en que sientas que mantener la motivación necesaria para sacar adelante tu proyecto es todo un reto.
- Los resultados tardan en llegar.
- Las previsiones no se cumplen.
- Los clientes no valoran tu trabajo.
- Tienes problemas con tus colaboradores.
- Tu familia y amigos no terminan de apoyarte.
- Y la lista sigue…
Todo esto hace que, en ocasiones, caigas en la desmotivación y te platees tirar la toalla.
Sin embargo, tú y yo sabemos que es mucho lo que está en juego. Se trata de tu futuro y del estilo de vida que deseas tener en los próximos años.
Así que más te vale aprender a mantener la motivación en tu proyecto incluso cuando las cosas se pongan feas.
1. ¿Qué es la motivación?
La palabra motivación viene del latín y significa “causa del movimiento”.
Una definición que me parece perfecta, tanto por su brevedad, como por su precisión.
La motivación es aquello que en un momento dado, o de forma permanente, te pone en acción.
Ahora bien, podemos diferenciar dos fuentes distintas de motivación:
- Motivación interna: También llamada automotivación que es la que nace internamente
dentro de ti. Como un sueño personal o un cambio que quieres ver en el mundo. - Motivación externa: Aquella que te llega de fuentes externas. Como el discurso de tu
entrenador o ver un vídeo de YouTube.
Ambas fuentes de motivación son útiles e incluso necesarias, sin embargo, son las fuentes de motivación interna las que más debes cuidar, ya que dependen 100% de ti.
2. #5 pasos para mantener la motivación en tu proyecto
Si bien es cierto que considero que se ha puesto a la motivación en un pedestal que no se merece, también reconozco que es útil, sobre todo a la hora de empezar un proyecto.
En concreto, considero que necesitarás echar mano de la automotivación para no rendirte antes de intentarlo 1000 veces.
2.1. Conecta tu proyecto con tus valores
Tus valores siempre serán tu más potente fuente de motivación en cualquier cosa que hagas.
Por eso siempre debes tenerlos en cuenta a la hora de fijarte objetivos, sean personales o profesionales. Tus valores serán tu principal combustible.
El primer será descubrir cuáles son tus valores. Una información valiosísima que te será útil para tomar cualquier decisión importante.
Para descubrir cuáles son tus valores de forma rápida:
- Busca un listado en google con los principales
valores personales. - Elige 10 de todos ellos.
- Después vete eliminando uno a uno hasta quedarte
con 3.
Una vez tengas claros cuáles son tus 3 valores principales, viene el segundo paso, relacionar tu proyecto con todos o algunos de estos valores.
Lo normal es que si tu proyecto está realmente alineado contigo, consigas encajarlo con todos tus valores, algunos de manera directa, y otros de forma más indirecta.
Ejemplo:
Imagina que tus valores principales son: La familia, la salud y ayudar a los demás.
Por otro lado, tu proyecto es la creación de un centro de masaje.
En este caso, la creación de un centro de masaje tendrás que relacionarlo con cada uno de estos 3 valores.
- Familia:
Si consigo sacar adelante mi proyecto, podré ganar dinero y liberar a mis
padres de la carga de mantenerme económicamente. - Salud:
Transmitiré a mis clientes la importancia del cuidado de la salud a través de los
masajes. - Ayudar a
los demás: Podré ayudar a cientos de personas a liberarse de dolencias y
tensiones a través de mi trabajo.
2.2. #2 Márcate objetivos a corto y largo plazo
Los objetivos, además de ser una herramienta útil para fijar una dirección y medir resultados, también son una gran fuente de motivación.
El orden para fijarte objetivos siempre es el mismo, primero te fijas un objetivo a largo plazo, mínimo 1 año, y después vas retrocediendo en el tiempo fijándote objetivos a más corto plazo.
Fijarte un objetivo a largo plazo es algo motivador en sí mismo. Incluso cuando sabes que hay muchas posibilidades de que el objetivo vaya modificándose conforme pase el tiempo.
No importa.
Visualizarte con el objetivo cumplido y pensar en la persona en que te habrás convertido cuando lo consigas te ayudará a mantener la motivación.
Trocea tu objetivo a largo plazo y tendrás como resultado tus objetivos a medio y corto plazo.
Lo que consiguen los objetivos a 3 meses, e incluso, a 1 mes vista es crear la tensión necesaria para que no bajes la guardia.
Un objetivo a 1 año se ve lejano, un objetivo a 1 mes te pone en acción.
Pero no te quedes ahí, para pasar de verdad a la acción necesitas tareas concretas que poder agendar y hacer a lo largo de la semana.
Todos sabemos lo motivador que es ir tachando tareas.
Ahora bien, no uses esta estrategia de ir tachando tareas como excusa para hacer tan solo las tareas más simples y rápidas.
Si estás empezando con tu proyecto, procura avanzar en él todos los días. Por poco que sea. Esto te mantendrá motivado. Si te pasas una semana sin hacer ni caso a tu proyecto, cuando lo retomes te parecerá que hace 1 año que no trabajas en él.
Desconecta de las preocupaciones, pero no de la esencia de tu proyecto.
2.3. #3 Cambia lo que no funciona
Si marcarte objetivos es una importante fuente de motivación, ver que los resultados no llegan es una importante fuente de desmotivación.
Por eso es importante cambiar lo que no funciona.
En ocasiones puede que te empeñes en seguir un camino que no te lleva a ninguna parte. En estos casos recuerda que rectificar es de sabios.
La pregunta ahora es ¿Cómo sé cuándo debo rectificar?
2.3.1. Revisiones periódicas
Tus objetivos siempre deben estar sometidos a revisiones periódicas. Que a menudo coinciden con los objetivos a corto plazo que te has fijado.
Es en estos momentos cuando puedes detectar qué aspectos no están funcionando y…
- Cambiarlos.
- Eliminarlos.
- Vigilarlos muy de cerca.
Lo importante es que cuando algo no funciona, no sigas como si nada.
Recuerda que es de locos hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes.
2.3.2. Interrupciones necesarias
A veces ocurre que de pronto te das cuenta de que algo no está funcionando y no estás dispuesto a esperar a la siguiente revisión para hacer un cambio.
Cuando esto ocurre, adelante, si algo dentro de ti te dice que puedes hacer las cosas mejor, ve a por ello.
Lo único que te advierto es que si cada día estás poniendo patas arriba tu proyecto, quizás necesites hacer un parón y repensar muy bien tu idea de negocio.
2.4. #4 Mantén el foco
La siguiente técnica para mantener la motivación es tener foco.
En ocasiones, la falta de motivación viene ocasionada por estar demasiado disperso.
Como dice el refrán “El que mucho abarca, poco aprieta”.
Tener demasiados frentes abiertos hará que avances a menor ritmo, y por lo tanto, que los resultados tarden en llegar, lo que disminuye la motivación.
Además, todos hemos estado alguna vez motivados al 100% con algo, y ese algo siempre es específico. Cuanto más difuso es tu objetivo, más difícil es mantener la motivación.
¡No te disperses!
2.5. #5 Acude a fuentes de motivación externa
No quiero acabar estas 5 técnicas de motivación sin mencionar la motivación externa.
En este punto lo que mejor me funciona a mí es tener mis propios referentes.
Personas a las que admiro, por la razón que sea, y aprender de ellas.
Leer sus blogs, ver sus vídeos, escuchar sus podcasts, comprar sus libros, acudir a sus cursos… Lo que quieras y puedas.
No se trata de acudir a un vídeo de motivación de YouTube cuando estás de bajón. Sino estar en “contacto” constante con estas personas que te inspiran.