Mejorar tu autodisciplina es lo mejor que puedes hacer para disparar tus resultados en cada área de tu vida. Literalmente, no se me ocurre ninguna otra habilidad que tenga el poder de sumar tanto a cualquier cosa que hagas.
Tus talentos, tus dones, tus habilidades… absolutamente todo pasa a otro nivel cuando la autodisciplina entra en juego.
Si solo pudiese mejorar en una cosa de mí, seguramente elegiría la autodisciplina.
1. Qué es la autodisciplina vs la disciplina
Aunque pueda parecer lo contrario, la disciplina y la autodisciplina son habilidades muy diferentes.
Mientras la disciplina tiene que ver con acatar órdenes externas y cumplir con lo que has acordado con otras personas, la autodisciplina tiene que ver con cumplir contigo mismo aun y cuando nadie te está viendo.
Autodisciplina es el compromiso férreo con aquello que te has propuesto, aunque nadie más te lo imponga, ni te lo pida. Es un acto de amor propio, el más grande que puedes hacer, ya que implica no fallarte a ti mismo.
Además, la autodisciplina conecta con tus sueños y objetivos de forma directa, ya que no solo implica hacer lo que sabes que debes hacer, sino que con ello te acercas a tus metas de forma consistente, día a día. Esto te da acceso a objetivos y sueños imposibles para quienes solo se implican con el corto plazo.
2. Autodisciplina vs motivación
Autodisciplina suena duro, mientras que motivación suena divertido, por eso muchas personas hacen o dejan de hacer aquello que deben en función de sus niveles de motivación. Lo que termina dando unos resultados pobres, limitados y mediocres.
Entonces… ¿La motivación es mala?
En absoluto.
La motivación es fantástica, pero si lo que quieres es conseguir aquello que te propongas, necesitas de la autodisciplina.
El siguiente gráfico lo representa muy bien. La autodisciplina es necesaria para que cuando la motivación pierda fuerza, la autodisciplina permita seguir adelante con el plan, garantizando así su ejecución siempre. Haya motivación, o no la haya.

De manera que la motivación y la autodisciplina son complementarias. Se apoyan la una a la otra.
*Aquí puedes ver el artículo que escribí sobre motivación para emprendedores.
3. #5 pasos para potenciar tu autodisciplina
Autodisciplina es hacer lo que tienes que hacer cuando tienes que hacerlo.
Tan difícil como suena. Porque no nos vamos a engañar, actuar siempre así es tremendamente complicado. No obstante, a continuación vamos a listar 5 ideas que te pueden ayudar a mejorar tu autodisciplina y con ello tu productividad, la calidad de las decisiones que tomas y como consecuencia tu vida y la de los tuyos.
3.1. #1 La autodisciplina debe imponerse
Cada vez que la autodisciplina gana la batalla a tu mente comodona, perezosa y distraída aumentan tus probabilidades de actuar con autodisciplina en la siguiente ocasión. Mientras que cada vez que es tu mente comodona, perezosa y distraída la gana la batalla, esta se hace más fuerte.
Por eso es importante que cuando flaquees, que lo harás, te preocupes (muy mucho) de que la siguiente vez se impondrá la autodisciplina, de lo contrario te arriesgas a entrar en un círculo vicioso del que te costará cada vez más salir.
3.2. #2 Desapégate del resultado
Olvídate de los resultados por una temporada. Como mínimo olvídate de los resultados durante 30 días, aunque podrían ser 100.
Durante ese tiempo no midas, no busques la mejora, no te obsesiones con los resultados, y sobre todo, no te frustres si parece que nada cambia a mejor.
Estás trabajando tu autodisciplina ¿De verdad pretendes ver cambios en una semana? Si es así quizás te has equivocado de habilidad.
3.3. #3 Controla tu atención
La principal razón por la que no eres autodisciplinado es porque no controlas tu atención.
Las redes sociales, las empresas, los partidos políticos, las plataformas de contenidos… todos te acechan como buitres para captar tu atención en beneficio suyo.
Es necesario que seas capaz de identificar esos patrones mentales que te distraen de tus objetivos en pro de los objetivos de otros.
Eres tú quien debe elegir de forma consciente a qué le prestas atención y a qué no. Solo así podrás convertirte en una persona autodisciplinada.
3.4. #4 Cumple tus reglas, siempre
Decide qué quieres hacer, cómo quieres hacerlo y durante cuánto tiempo. Después cumple con el plan. No falles.
Si crees que debes cambiar de plan vuelve a reunirte contigo misma y haz los cambios necesarios. Hasta entonces cumple tus reglas. No te falles.
3.5. #5 No escuches a nadie, solo a ti
Volvemos a la idea inicial.
La autodisciplina tiene que ver contigo, con nadie más. Si has hecho un buen trabajo de identificar qué es lo que quieres, no escuches a nadie más. Ir dando tumbos de consejo en consejo no es buena idea.
Eso sí, escúchate a ti. Cuando sientas, de verdad, que es momento de cambiar, hazlo.
¿Eres emprendedor, autónomo, comercial, líder o deportista y quieres que te acompañe en este camino hacia la autodisciplina? Rellena este cuestionario.