El papel que juega el coste de oportunidad en la toma de decisiones es fundamental para tomar decisiones acertadas. Sin embargo, a menudo se pasa por alto, un error que puede hacerte perder tiempo, dinero y energía.
Cada día tomas cientos de decisiones, muchas de ellas, de forma inconsciente, pero unas pocas de esas decisiones las tomas de forma consciente bien porque las consideras importantes para tu vida, o porque son decisiones que no las tomas a menudo.
El concepto de costo de oportunidad viene de la teoría económica, pero no te asustes, es un concepto sencillo de entender, que te ayudará a tomar mejores decisiones en tu vida y tus proyectos.
1. ¿Qué es el coste de oportunidad?
Cada vez que tomas una decisión estás eligiendo entre diferentes opciones, como mínimo, entre dos opciones, aunque a menudo el abanico es más amplio.
De manera que el coste de oportunidad es el valor de la mejor alternativa que desechas cuando tomas una decisión.
Supongamos que debes tomar la decisión de elegir entre una de estas tres alternativas: A, B o C.
Imagina que rápidamente desechas la opción A por parecerte la más inadecuada y ahora debes elegir entre la B y la C.
Finalmente, te decantas por la opción B.
En este caso tu coste de oportunidad es la opción C, ya que es la mejor alternativa a la que renuncias por elegir la opción B.
2. ¿Por qué es tan importante el coste de oportunidad en la toma de decisiones?
El coste de oportunidad tiene gran importancia en la toma de decisiones ya que te hace ver el coste real de tu decisión, incluyendo aquello a lo que renuncias, algo que es muy fácil pasar por alto si no tienes interiorizado este concepto.
Muchas personas toman decisiones trascendentales en su vida teniendo en cuenta, tan sólo, aquello que pretenden conseguir sin pararse a pensar en aquello a lo que van a renunciar.
Ejemplos:
- Te compras una casa pensando en el confort que te va a otorgar, pero pasas por alto la perdida de libertad económica y de movilidad que te va a conllevar esa decisión.
- Emprendes un proyecto pensando en tener éxito con él y dedicarte a aquello que más te gusta, pero no tienes en cuenta el tiempo que te va a llevar conseguirlo y los planes que te vas a perder.
- Adoptas un perro pensando en la compañía que te va a hacer, pero no tienes en cuenta la perdida de libertad para hacer según qué planes.
Todo aquello a lo que renuncias cada vez que tomas una decisión conforma el coste de oportunidad, y como ves, merece la pena tenerlo en cuenta.
Además de todo lo anterior, tomar en cuenta el coste de oportunidad:
- Te hace ser más objetivo.
- Te obliga a decidir no solo en base a lo que ganas, sino también en base a lo que renuncias.
- Te hace tomar consciencia de que estás tomando una decisión de forma consciente y no dejándote llevar por las circunstancias.
Siempre que vayas a tomar una decisión o debas elegir entre varias alternativas pregúntate ¿Cuál es tu coste de oportunidad de esta decisión?
3. El coste de oportunidad en tu negocio y en tu vida
Cada decisión que tomas a nivel personal o profesional tiene un coste, que a menudo se queda oculto: el coste de oportunidad.
Las ocasiones en las que este coste queda más escondido son aquellas en las que te planteas cambiar tu situación actual por otra. Ya que inconscientemente tu mente piensa que solo tienes una opción cuando en realidad las opciones son dos:
- El cambio que tienes en mente.
- Quedarte como estás.
Esta es la situación más común a la que se enfrentan las personas que se plantean hacer Explota tu Potencial.
Estas personas a menudo son autónomas o tienen un negocio y saben que necesitan hacer ciertos cambios a nivel de estrategia y organización o de lo contrario seguirán perdiendo oportunidades y calidad de vida.
Sin embargo, a menudo estas personas solo tienen en cuenta el coste de oportunidad de hacer el programa, es decir:
- La inversión en tiempo y dinero que podrían destinar a otra cosa en lugar de hacer el programa.
- Pero se les olvida analizar el coste de oportunidad de seguir como hasta ahora, es decir, de seguir sin estrategia, con una mala organización y perdiendo calidad de vida.
Cada vez que te plantees hacer un cambio en tu vida no te olvides de analizar el coste de seguir como hasta ahora ¿Qué dejarás de ganar en 3 años si no cambias?
Lo mismo debes hacer en el caso de las decisiones personales como comprarte una casa, vivir en un pueblo o en una ciudad, etc.
4. El coste hundido como irrelevante para la toma de decisiones
Existen dos errores muy comunes a la hora de tomar decisiones. Uno es no tener en cuenta el coste de oportunidad, como hemos visto en los apartados anteriores. El otro es tomar decisiones en base al coste hundido.
Imagina la siguiente situación:
Es viernes y tienes tiempo para ir al cine o a jugar a los bolos con tus amigos.
Finalmente, decides ir al cine a ver una película que tiene buena pinta.
(En este caso, el coste de oportunidad es: ir a jugar a los bolos).
Una vez en el cine y tras media hora de película te das cuenta de que no te va a gustar. Lo lógico es que te vayas del cine. Sin embargo, piensas en los 7€ que te ha costado la entrada y decides quedarte a amortizar ese dinero.
Sin embargo, los 7€ de la entrada es un coste hundido. Tanto si te quedas viendo la película como si te vas, ese dinero ya lo has perdido. Lo que te queda es irte del cine y aprovechar el tiempo en otra cosa que te satisfaga más que esa película.
Este tipo de situaciones se dan a menudo en nuestro día a día.
En el ejemplo del cine, la pérdida es asumible y podríamos decir que no tiene mayor importancia. Sin embargo, el coste hundido marca muchas decisiones que son vitales y que pueden, literalmente, marcar varios años de nuestra vida. Estas decisiones deben tomarse teniendo en cuenta el coste de oportunidad.
Fallamos, una y otra vez, tomando decisiones importantes en base a un coste hundido que no vamos a recuperar, algo que es totalmente irracional.
Cualquier coste que se encuentre en todas las alternativas a la hora de tomar una decisión no debe ser tenido en cuenta. Tanto en decisiones personales, como profesionales.
Ejemplos de coste hundido:
- El tiempo que llevas en una relación de pareja.
- El dinero que ya has invertido en un proyecto.
- La edad que tienes…
Todos estos costes están en cualquiera de las alternativas que te plantees por lo que no debes tenerlos en cuenta.